Democracia y participación ciudadana real
Código de la iniciativa ciudadana: GC-2020-08-223
La participación ciudadana permite a la población intervenir en el diseño de los proyectos y políticas públicas y, es un indicador de la salud democrática
La participación ciudadana permite a la población intervenir en el diseño de los proyectos y políticas públicas y, por definición, seguir los criterios de un buen proceso participativo sirve para mejorar el estado de nuestra democracia. Eneste sentido, el acceso a la información ambiental debe garantizarse sin demoras,y disponiendo de toda la información de forma detallada, actualizada, accesible yen un lenguaje lo más asequible posible. Esto es, simple y llanamente, cumplir laLey existente. Este proceso debe comenzarse desde el momento del diseño de cualquier proyectoo programa, de forma no condicionada y con toda la información expuesta de maneraclara y objetiva, a fin de que las alternativas de solución a los problemas que sedetecten se puedan diseñar colectivamente. Asimismo, deben respetarse losplazos de información y participación pública suficiente en todos los trámites,no sacando a exposición pública proyectos en periodos vacacionales.Solicitamos, por tanto, que se descarte la exposición pública de proyectos y acuerdosen el mes de agosto y otras fechas destacadas (Navidades, Carnavales y SemanaSanta) ya que de facto la participación se ve limitada en estos períodos. Esnecesario, también, que se observen y se consideren seriamente lasaportaciones (sugerencias, alegaciones...) realizadas por la ciudadanía y lasorganizaciones sociales de toda naturaleza, y se les dé una respuesta motivadaantes de publicar la decisión final, dejando abierta la posibilidad de disenso einterpelación. De nada sirve interpelar a la sociedad y llevar a cabo supuestosprocesos de participación si luego, una vez la gente participa, sus propuestas,aportaciones y alegaciones no son tenidas en consideración. Creemos, además, que desde las administraciones e instituciones deben generarseespacios formales, inclusivos, útiles y reales, que faciliten la participaciónciudadana. Éstos deberán estar adaptados en formas y tiempos a las necesidadesde la ciudadanía y vinculados a temas relevantes y estratégicos. Y, en este sentido,no pueden cerrarse las puertas a la participación en materias de tanta trascendenciacomo la protección del patrimonio mediante la imposición de condicionantes u otrasestrategias cuyas consecuencias es dejar fuera del debate a ciertas voces, lamayoría de las veces, a aquellas críticas con los proyectos en cuestión. En estalínea, desde Ben Magec-Ecologistas en Acción exigimos que se escuche a laciudadanía, sean cuales sean los cauces democráticos elegidos (alegaciones,manifestaciones, concentraciones o cualquier forma pacífica de protesta ciudadana). Y en este sentido, especial mención merecen las Iniciativas LegislativasPopulares, pues nos parece inaudito que propuestas de leyes avaladas por unmínimo de 15.000 personas, puedan ser rechazadas y con ello se les dé “carpetazo”,máxime cuando se trata de propuestas presentadas a un Parlamento cuyasproyectos han promovido este tipo de respuesta ciudadana. Es preciso reconvertirlos procedimientos de aprobación de las ILP, de manera que, cuando seanrechazadas, deban ser sometidas a consulta popular. Además, pedimos un sistemademocrático directo para la elección del Defensor del Pueblo. Finalmente, se debe implementar la práctica de someter a consulta popularaquellos asuntos que puedan afectar de una u otra manera a la sociedad, sobretodo aquellos en los que no haya unidad de criterio, y el resultado de estasconsultas debe ser vinculante dado que de otra manera, este ejercicio perdería todoel sentido.
